¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
Podemos describir el estrés como el proceso que se pone en marcha cuando una persona percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos. A menudo los hechos que lo ponen en marcha son los que están relacionados con cambios, exigen del individuo un sobreesfuerzo y por tanto ponen en peligro su bienestar personal.
El estrés varía de una persona a otra, así hay personas que ante una situación estresante lo pasan muy mal y a otras que la misma situación no les afecta.
Casi todas las personas han sufrido estrés en alguna ocasión, sin embargo cuando el estrés se mantiene de forma constante y durante mucho tiempo termina afectando a la salud.
Algunos de los pensamientos de las personas que están experimentando estrés son:
“Intento hacerlo todo perfecto, me preocupo tanto que a veces no puedo concentrarme”.
“Por la noche, pienso en todas las cosas que tenía que haber hecho durante el día y me cuesta conciliar el sueño”.
“No consigo relajarme, siempre estoy pendiente de las tareas que me quedan por hacer”.
“No encuentro tiempo para desconectar, porque siempre estoy pensando en lo que tengo que hacer”.
¿QUÉ COSAS NOS ESTRESAN?
Sin embargo, la clave de estresarnos no está tanto en el estresor sino en cómo percibimos el estresor. Por eso, ante una misma situación estresante unas personas reaccionan con mucho estrés y otras se quedan como si no hubiera pasado nada (ejemplo ante un atasco de tráfico).
Incluso en dos situaciones estresantes iguales, podemos reaccionar de manera diferente.
No siempre lo que estresa es algo negativo, sino que puede haber situaciones positivas que se pueden convertir en estresantes: por ejemplo, iniciar un nuevo trabajo, casarse, tener un hijo, estar de vacaciones.
Determinadas características de la situación pueden hacer que percibamos más o menos estrés:
- Aquellas situaciones que implican cambio o novedad, por el esfuerzo mental y conductual que conllevan, como por ejemplo trasladarse a vivir a otra ciudad.
- La falta de predictibilidad de la situación (por ejemplo: no es lo mismo estudiar para una oposición sabiendo la fecha del examen que no sabiendo si habrá convocatoria anual).
- Incertidumbre acerca de lo que puede suceder en una situación: es lo que ocurre por ejemplo ante el diagnóstico de una enfermedad, de forma que a mayor incertidumbre, menor adaptación.
- Situaciones en las que la persona no sabe qué hacer o en las que se sobrepasan los recursos de los que se dispone.
También es muy importante el papel que juegan nuestros propios pensamientos ante las situaciones. A veces no hace falta que seamos expuestos a ninguna situación potencialmente estresante, sino que es suficiente con activar algún pensamiento negativo generador de una respuesta de estrés (“no podré hacerlo”, “será muy difícil”, “No se me debe notar que estoy nervioso”, “no debo cometer fallos”, etc.).
¿QUÉ SÍNTOMAS PROVOCA EL ESTRÉS?
El estrés puede causar muchos síntomas, tanto físicos como psicológicos.
Síntomas psicológicos:
- irritabilidad
- depresión
- ansiedad
- agresividad
- miedo al fracaso
- falta de interés en la vida
- sensación de baja autoestima
- miedo a enfermar
- pérdida de sentido del humor
- falta de interés por los demás
- dificultad para tomar decisiones
- evitación de situaciones difíciles
- negación de los problemas
- incapacidad para mostrar los verdaderos sentimientos
- llanto frecuente
- cambios en la alimentación y/o el sueño
- beber o fumar demasiado
- problemas de concentración
Síntomas físicos:
- dolores en el pecho
- inquietud
- tensión muscular
- falta de aliento
- sensación de malestar o mareo
- dolores de cabeza
- cansancio constante
- problemas para dormir
- tics nerviosos
- aumento de la tensión arterial
- problemas sexuales
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS
Si pasamos por alto los síntomas del estrés y los mantenemos en el tiempo, los riesgos para la salud a largo plazo pueden ser graves, apareciendo diversas enfermedades:
-Trastornos coronarios:
La respuesta cardiovascular al estrés, que en principio es un proceso puramente adaptativo, si se cronifica puede crear trastornos como pueden ser la hipertensión arterial, enfermedad coronaria, taquicardias, arritmias cardíacas, aneurismas, y embolias.
-Trastornos psicológicos:
Los problemas psicológicos más relacionados con el estrés son la ansiedad, depresión, miedos, fobias, estrés postraumático, conductas adictivas, conductas obsesivas compulsivas, trastornos esquizofrénicos, problemas de insomnio, trastornos de conductas de alimentación (anorexia, bulimia, obesidad) y trastornos de la personalidad.
También se encuentran relacionados con el estrés otra serie de problemas como problemas de pareja, problemas familiares, en las relaciones sociales y laborales.
Además, la ansiedad, la depresión y la ira son las principales respuestas emocionales al estrés e influyen en la salud.
-Problemas sexuales:
El estrés afecta a la respuesta sexual, tanto masculina como femenina y pueden aparecer problemas de bajo deseo sexual, problemas de erección y dolor en las relaciones sexuales.
-Trastornos inmunológicos:
El estrés prolongado provoca una reducción de la respuesta inmunológica, más potente que el estrés agudo, aunque este último sea más intenso.
El estrés prolongado hace más vulnerable al organismo frente a la enfermedad.
Las personas más estresadas son más vulnerables o menos resistentes a enfermedades infecciosas como un resfriado, una gripe y más vulnerable al herpes simple.
-Otros trastornos relacionados con el estrés:
- Trastornos gastrointestinales
- Trastornos musculares (contracturas musculares, cefaleas tensionales, tics, temblores).
- Trastornos dermatológicos (caída del cabello, exacerbación de la psoriasis, herpes labial)
- Trastornos endocrinos y metabólicos.
TRATAMIENTO ESTRÉS ZARAGOZA
Estos son los problemas de estrés más solicitados por nuestros pacientes:
- Estrés laboral
- Estrés ante los estudios, exámenes y oposiciones.
- Estrés en la conducción o ante el examen de conducir
- Estrés en la pareja o familia (estrés ante tratamientos de reproducción asistida, problemas de adaptación, crisis familiares).
