¿QUÉ ES LA DEPENDENCIA EMOCIONAL?
Cuando hablamos de “dependencia” o “necesidad extrema” estamos exagerando aquello que es propio de las relaciones de pareja: los sentimientos positivos de querer estar con la otra persona, de contar con su apoyo, de sentirnos queridos y valorados.
Se suele expresar con frases del tipo “Nada tiene sentido sin él/ella”, “Lo es todo para mí”, “No podría vivir sin él/ella”.
La diferencia entre el amor “normal” y la dependencia es cuantitativa: es la distancia que hay entre querer y necesitar. Podemos imaginarnos un continuo de los sentimientos en las relaciones afectivas: en un extremo estaría la ausencia de sentimientos, en el medio el amor y deseo de estar con la otra persona y en el otro extremo se encontraría la dependencia emocional.
Relaciones de pareja del dependiente emocional:
Las relaciones de pareja que suelen llevar a cabo los dependientes emocionales son de sumisión e idealización de otra persona, su compañero, que se convierte en el centro de atención y de la existencia, en el único referente válido, en la persona alrededor de la cual gira todo.
Se da por tanto un desequilibrio entre una parte dominante y la otra sumisa, que idealiza y necesita profundamente al otro y se aferra a lo que sea con tal de no perder la relación. Aunque la dependencia emocional se da en mayor medida en las mujeres, también se puede dar en hombres y la vivencia es exactamente la misma.
¿CÓMO IDENTIFICAR A UNA PERSONA CON DEPENDENCIA EMOCIONAL?
- ¿Experimentas una necesidad imperiosa por estar con tu pareja o por tener una relación de pareja?
- ¿Experimentas sentimientos de celos y posesividad, necesitando estar constantemente con tu pareja o llamarla por teléfono y enviándole mensajes continuamente?
- ¿Te sacrificas y te privas de cosas, siendo la otra persona el centro de tu atención?
- ¿Has dejado de lado relaciones con amigos y familiares, priorizando en todo momento la relación con tu pareja?
- ¿Eres incapaz de pensar en la ruptura o has intentado reanudar la relación tras haberla dejado a pesar de que la relación era nefasta?
- ¿Has dejado intereses que tenías, preferencias y decisiones propias por satisfacer los de tu pareja?
- ¿Cuándo terminas una relación de pareja eres incapaz de estar un tiempo solo/a y enseguida buscas otra relación?
- ¿Dedicas mucho tiempo, mental y físico, en mantenerte cerca de la pareja?
- ¿Te obsesionas, preocupas y/o tienes comportamientos vigilantes y controladores por miedo a perder la relación?
- ¿Has exigido a tu pareja que te dé muestras de que te quiere ya que si no, interpretas que no te quiere o que no eres importante para él/ella?
- ¿Tus problemas siempre giran en torno a tu relación de pareja, convirtiéndose en el centro de tu vida?
- ¿Tu relación de pareja se ha convertido en una lucha por mantenerla, a pesar de que sufres en esta relación, no tienes ilusión y te molesta su manera de comportarse?
- ¿Sientes ansiedad y tristeza en esta relación y te impide dormir bien por las noches?
- ¿Se trata de una relación donde ha habido varias rupturas y reconciliaciones, siempre con propuestas de cambio una y otra vez aunque realmente no cambia nada?
- ¿Sientes que “has dejado de ser tú mismo” para gustarle al otro y que no deje la relación, incluso realizando cosas que nunca hubieras imaginado con tal de que no se produzca la ruptura?
Si la mayoría de las respuestas son afirmativas, estamos hablando de dependencia emocional.
Quizá ya has intentado por tu cuenta vincularte afectivamente de otra manera pero no lo has conseguido, por lo que te sugiero que busques ayuda profesional para no repetir el mismo patrón en las próximas relaciones de pareja.
CAUSAS DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
Las causas de la dependencia emocional tienen como base la infancia, por lo que hay que analizar la historia personal de la persona con dependencia emocional:
- Carencias afectivas tempranas
Una de las causas de la dependencia emocional se origina en la manera en que nos relacionamos con nuestros padres o cuidadores primarios.
Si los primeros años de vida se ha tenido un vínculo distante, frío, lejano, fluctuante y poco predecible desde el punto de vista afectivo se desarrolla un tipo de apego inseguro, lo cual predispone a crear relaciones amorosas adultas inestables y apegadas.
Si los padres no fueron consistentes en expresar amor, si fueron ambivalentes, expresando un día afecto y otro día mostrándose lejanos, crean una ambigüedad emocional, siendo imposible establecer una base afectiva segura y estable. Las personas con dependencia emocional han tenido una carencia de afecto, sus padres no han estado pendientes de ellos ni les han animado en estudios o metas, sino que se han desatendido de ellos.
Lo que importa es que alguien significativo y muy próximo al niño pueda darle cariño y sentirse atendido, querido y valorado (ejemplo que aunque el padre esté ausente y no le preste atención, tenga el aporte emocional de la madre o que un niño se críe con abuelos que sí sean cálidos emocionalmente).
- Autoestima condicionada a los demás
La persona con dependencia emocional buscó desde edades tempranas la atención y el afecto que le faltó, por lo que ha aprendido a focalizarse excesivamente en los demás, a desatenderse a sí mismo y a desplegar estrategias como la excesiva sumisión y entrega a los demás. Al continuar buscando la atención y el cariño, permite que los sentimientos de los demás influyan en él.
La consecuencia es que se ve como una persona no digna de ser querida, que se esfuerza por agradar y someterse a los demás y que considera que es alguien que no vale la pena, que no vale como persona y que necesita a alguien que le haga sentirse bien, que la vida sin otro no tiene sentido porque debe continuar esa búsqueda de afecto y atención.
- Ilusión de permanencia
La persona con dependencia emocional, en el afán de conservar a la pareja, considera que todo es “permanente” y “eternamente estable”. Su mente no está preparada para la pérdida.
El pensamiento de la persona con dependencia emocional con ilusión de permanencia se expresa como “es imposible que nos dejemos de querer”, “creía que nuestra relación era para toda la vida”.
TRATAMIENTO DEPENDENCIA EMOCIONAL ZARAGOZA
En Psicólogos Sexólogos Zaragoza es muy habitual la consulta por dependencia emocional, tanto de personas que acuden porque se han dado cuenta de que repiten un mismo patrón de dependencia emocional, necesitando estar en pareja para sentirse bien como aquellas que no pueden romper con la pareja a pesar de estar en una relación que les genera ansiedad y sufrimiento.
En la terapia psicológica para la dependencia emocional utilizamos la terapia cognitivo conductual y la terapia de aceptación y compromiso para abordar las obsesiones y rumia acerca de la pareja, ideas irracionales acerca de las relaciones de pareja, manejo de las conductas de celos, técnicas de regulación emocional, mejora de la autoestima (que en el dependiente emocional es baja y ha llevado a fijar su autoestima en fuentes externas) y asertividad.
“Algunas personas piensan que aferrarse a las cosas les hace más fuertes, pero a veces se necesita más fuerza para soltar que para retener” (Hermann Hesse)”.