Son relaciones que provocan estados emocionales negativos,
minan la autoestima y dejan a la persona dañada en una situación de “trampa” de
la que ven difícil salir, quedando “enganchados” en ella.
Puede tratarse de relaciones en las que uno adopta un
papel dominante llevando el control de la relación y la lucha por el poder y la
persona que adopta el papel sumiso queda condicionado a lo que quiera el otro,
estando siempre en segundo plano, perdiendo autonomía y autoconfianza.
La comunicación en las relaciones tóxicas no es asertiva (expresión
clara de opiniones y sentimientos teniendo en cuenta los derechos de los demás)
y predomina el chantaje emocional para que el otros se comporte según los
intereses de una persona, sin tener en cuenta las necesidades y sentimientos de
la otra parte.
*Relaciones tóxicas en el trabajo:
Son relaciones que afectan al sufrimiento emocional, a la
motivación laboral y a la productividad y puede estar representada la toxicidad
de distintas maneras: relaciones punitivas donde se castiga el comportamientos
del trabajador si no coincide con las expectativas del otro, acoso laboral,
relaciones unidireccionales donde uno está realizando todo el trabajo incluso
el que no le corresponde según su puesto laboral y relaciones donde se idealiza
al otro, permitiéndole pasar por alto errores que afectan laboralmente.
*Relaciones tóxicas en la familia:
En las familias rígidas se dan relaciones tóxicas,
dificultando el poder expresar opiniones y sentimientos de forma clara.
En estas familias predomina un uso del poder muy intenso
(frente a las familias flexibles donde predomina la asertividad, la empatía, la
comunicación funcional y la capacidad para adaptarse a los cambios familiares),
con conflictos constantes, donde no se tiene en cuenta las necesidades de cada
uno de la familia.
* RELACIÓN TÓXICA DE PAREJA:
Son relaciones que hacen daño constantemente ya que se
desarrollan patrones de interacción destructivos que pueden incluir a veces
maltrato psicológico o físico.
Son relaciones basadas en el control (de amistades, de la
familia, de control del uso del móvil y de redes sociales), en la que se suele
menospreciar las opiniones y sentimientos del otro, con quejas acerca de su
conducta cuando no se ajusta a los deseos del que lucha por el poder en la
relación y uso del chantaje emocional.
¿DEJAR O SEGUIR UNA RELACIÓN TÓXICA DE PAREJA?
Para salir de una relación tóxica de pareja hay que
abandonar las justificaciones que a menudo se dan las personas inmersas en ella
del tipo “pero realmente me quiere”, “no podré estar solo”, “es solo una mala
racha”, etc.
También requiere ser consciente de los costes que se
tienen manteniendo la relación de pareja y si realmente merece la pena seguir
juntos.
Es un proceso difícil para la persona que se ve atrapada
en la relación tóxica y por ello acuden a terapia psicológica porque ven que no
pueden seguir así, con tal sobrecarga emocional aunque tampoco se ven fuertes
para dejar la relación, por eso necesitan ayuda psicológica.
Otras veces, acude la pareja porque quieren seguir en la
relación realizando cambios que por ellos mismos no han podido.
En este caso, iniciar una terapia de pareja no implica
siempre que la pareja decida seguir juntos porque a lo largo de la terapia de
pareja a veces ellos se dan cuenta que es inviable y en estos casos sirve para
que la ruptura sea menos dolorosa para ambos.