Podemos interpretar que si una persona nos sonríe está feliz, sin embargo puede que nos sonría y transmita felicidad, aparentando una vida satisfactoria cuando realmente está sufriendo una depresión, de forma encubierta.
Es lo que se denomina depresión sonriente, aunque no es un término que usemos los psicólogos habitualmente al no estar recogido dentro del DSM-V (el manual de diagnóstico de los trastornos mentales), siendo su término clínico equivalente el de depresión atípica.
La persona con depresión sonriente experimenta una depresión de forma oculta ya que no exterioriza su bajo estado de ánimo y trata de aparentar normalidad, incluso aunque se le pregunte si le sucede algo.
En la depresión sonriente se esconden las emociones y preocupaciones, llevando una vida aparentemente normal y con la impresión de que está todo bien.
Supone un alto coste emocional, ya que la persona vive como si realmente no le pasara nada cuando realmente no es así y hace que su sufrimiento y sus síntomas vayan aumentando hasta que llega el día en que no pueden más y se desbordan emocionalmente, y en muchos casos no ven otra salida a su sufrimiento que el suicidio.
Síntomas de la depresión sonriente:
Además de los típicos síntomas depresivos como la tristeza y la pérdida de interés (a pesar de ello, pueden mejorar su estado de ánimo momentáneamente si reciben alguna noticia o momento positivo), presentan otros síntomas como sensación de pesadez y cansancio en brazos y piernas, aumento de apetito, dormir muchas horas y aún así sentir sueño, episodios de irritabilidad o ira y susceptibilidad a la crítica y el rechazo.
Es como si ante los demás llevaran una máscara, siendo solo observable por los demás su sonrisa y actividad ya que siempre están en activo y ocupan todo su tiempo en hacer actividades y trabajar, marcándose unas exigencias que son inviables ya que aunque realicen muchas tareas, les parece que es insuficiente y se marcan más exigencias.
Son personas perfeccionistas, que no se permiten cometer errores, con un gran sentido de exigencia y responsabilidad por lo que tienen que ocuparse de todo y tener sensación de control en todo lo que les rodea.
Suelen ser personas introvertidas y les cuesta hablar de sus problemas y transmitir aquello que les preocupa así como no exteriorizar sus sentimientos.Además consideran que no tienen motivos reales para estar tristes (por tener un trabajo, una casa, amigos, pareja,etc).
Así, acuden al psicólogos Zaragoza comentando que nadie de su familia y amigos saben el sufrimiento que están pasando y tampoco quieren preocupar a los de su alrededor.
Así, acuden al psicólogos Zaragoza comentando que nadie de su familia y amigos saben el sufrimiento que están pasando y tampoco quieren preocupar a los de su alrededor.
Suelen anticipar fracaso en aquello que realizan y les cuesta superar situaciones que hayan considerado vergonzosas, además de rumiar (pensar excesivamente una y otra vez en las mismas ideas, entrando en un bucle que se retroalimenta) situaciones que han vivido.
Depresión sonriente y redes sociales:
En las noticias podemos ver cómo personas que mostraban en sus redes sociales historias de alegría y éxito y su entorno desconocía que estuvieran atravesando una depresión, deciden acabar con su vida.
A su vez, las redes sociales alientan a dar una imagen positiva de uno mismo y a la comparación con los demás, lo que puede llevar a las personas con depresión sonriente a hacer una mayor tiempo de uso de las mismas, reflejando su alegría ficticia.
Como la depresión sonriente es una depresión oculta, es difícil que sea detectada por las personas de su entorno, ya que consiguen disimular sus síntomas con éxito.
La persona con depresión sonriente aguanta y esconde sus emociones y aquello que le preocupa, mostrando una sonrisa y transmitiendo la impresión de que todo le va bien.
Para la persona con depresión sonriente resulta agotador el tener que aparentar normalidad y esconder su tristeza, por lo que cuando ya no pueden disimular por más tiempo su sufrimiento, acuden al psicólogo y así podemos comenzar una terapia psicológica, que en función de la gravedad del caso, requiere a veces, apoyo farmacológico.
Tratamiento de la depresión sonriente:
La persona con depresión sonriente aguanta y esconde sus emociones y aquello que le preocupa, mostrando una sonrisa y transmitiendo la impresión de que todo le va bien.
Para la persona con depresión sonriente resulta agotador el tener que aparentar normalidad y esconder su tristeza, por lo que cuando ya no pueden disimular por más tiempo su sufrimiento, acuden al psicólogo y así podemos comenzar una terapia psicológica, que en función de la gravedad del caso, requiere a veces, apoyo farmacológico.
En psicólogos Zaragoza Eva María González se realizan terapias psicológicas para la depresión, previa evaluación psicológica de cada caso, ya que el tratamiento de elección dependerá de la historia del paciente, sintomatología, factores causales y de mantenimiento, circunstancias vitales, contexto familiar,etc.
Se utiliza la terapia psicológica cognitivo conductual, que ofrece resultados terapéuticos satisfactorios, así como nuevas terapias de tercera generación como son la terapia de Activación conductual y la terapia de aceptación y compromiso; todas ellas les permiten aceptar la situación, aprender a reconocer y expresar sus emociones y utilizar técnicas de afrontamiento para manejar su estado de ánimo, el perfeccionismo y la rigidez y llevar una vida plena en base a sus propios valores.
- Artículo mío sobre depresión sonriente en la revista muy interesante:
